A un niño de un pueblo le regalaron un pequeño pájaro.
Al recibirlo, el niño le ató una pata a un hilo, y
lo mantenía agarrado. Luego lo lanzó para que volara, pero el
animal se quedaba quieto. El niño le dijo:
-
Animal torpe, te doy permiso y espacio para que extiendas tus alas y vueles,
pero tu te quedas totalmente quieto. No sabes gozar de tu libertad.
El pájaro,
molesto, le contesto:
- No
soy torpe, solo soy astuto. Esa libertad que me das es solo apariencia, y ese
bien pronto se tornará en un mal. Apenas intente volar, tu me jalarás por el
hilo atado a mi pata.
Moraleja: No hay peor esclavitud que una en la que se crea que
se es libre, cuando no lo es.
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